El susurro de la mujer ballena by Alonso Cueto

autor:Alonso Cueto
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ficción, Narrativa
ISBN: 9788408073994
editor: Editorial Planeta
publicado: 2007-06-25T16:00:00+00:00

* * *

El celular sonó.

—No te olvides de venir temprano que tenemos lo de la Mona Marazzo —me dijo Giovanni.

* * *

Esa noche teníamos una comida en casa de la Mona Marazzo, a quien Giovanni y yo conocíamos hacía mucho tiempo. La Mona y Piero Marazzo organizaban fiestas panorámicas en su casa de dos mil metros y a veces llevaban algunos periodistas de las páginas sociales a cubrir la reunión. Nos habían dicho que estuviéramos allí a las ocho.

Desde las seis yo rondaba el ropero. Ya había decidido qué ropa ponerme: el conjunto celeste con cuello largo, un collar negro y aretes largos. Lo que me faltaba ahora era enfrentarme a la sesión de maquillaje.

Lo primero, la crema humectante para la piel. Desde que era chica mi piel seca me había obsesionado. Cada vez que salgo de la ducha, hasta ahora, lo primero que hago es ponerme la crema. Cerros de crema humectante. Todos los días, crema humectante.

Después, la base, una capa gruesa de base, a veces crema, a veces polvo, a veces gel, a veces spray, he probado todos los tipos de base, tengo varias marcas en el baño, no sé por qué tengo tantas, la verdad. Cuando empecé a ponerme base me leía todas las etiquetas, todas las marcas. Antes entraba a internet para ver los distintos tipos. Neutrogena, Anti-Age, Revlon Age Defying. Ahora tengo varios envases de distintas marcas guardados, y los uso todos.

Luego de la base me pongo rubor pero es un rubor ligero, no me gustan las que se ponen tremendas manchas rojas, que las hacen parecer muñecas. Para la forma de mi cara, vienen mejor las chapas que se concentran en las mejillas. Luego, la sombra violeta en los párpados. La sombra que apenas se nota, mejor así. Mi delineador negro para los ojos en cambio es fuerte, lo mismo que el rímel azul, tengo un rímel fuerte y espeso, no me importa que digan que soy exagerada. Y por fin el lápiz de labios. Siempre me ponía rojo claro, casi rosado, pero he descubierto que el color de labios melón (mi marca pone «melón de verano»), me queda mejor.

El pelo, en cambio, el pelo siempre lo he tenido sedoso y negro, con hebras gruesas. Mi peluquera Mary sabe peinarme: suelto y largo, no mucho, pero que caiga un poco sobre los hombros, así me veo natural, me dice.

Como tengo la piel clara, cuando salgo en el verano, necesito un protector solar. Felizmente ahora todas las bases y todas las cremas tienen incorporado un protector solar 15.

Ay, tantas cremas, tantas cremas. Y tantas manchas. Me da pena ver cómo la piel se va deshaciendo. Con la base me veo bien pero siento que mi piel no respira. Desde hace varios años me miro las arrugas y también algunas manchas nuevas de vez en cuando, manchas pequeñas pero allí están. Ay, no puede ser.

Alguna vez he pensado en hacerme la cirugía pero siento que puedo resistir tal como estoy, por ahora. Me parece mejor que se note que no me han operado.

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